Humildad o Una rama cargada de frutos.
Les acercamos este relato que alude al saber dar con humildad:
“Paseaban ellos por un camino rodeado de olorosos árboles frutales, cuando el Maestro se agachó y tomó un fruto recién caído al suelo. Pronunció entonces estas palabras: – Cuando una rama está cargada de frutos, su peso hace que se incline hacia el suelo. Cuando nada tiene que ofrecernos, permanece tiesa, altiva”.
La humildad nos permite ofrecer nuestros dones sin esfuerzo y con la certeza de ser intermediarios entre Dios y los seres humanos.
He elegido también sobre este tema un poema de culturas primitivas del Norte:
HUMILDAD
La sombra del colibrí
Lanzándose a la flor
Aquí, en la Quietud,
Mis pensamientos vuelven a mí.
¿Es verdad que el néctar de la vida
se bebe a través de la humildad?
La más pequeña de las criaturas aladas
Es un instrumento a la verdad.
Sabiendo que su humilde amor
Dura más que la arrogancia de la juventud.